lunes, 23 de enero de 2017

CALLE DEL MAESTRO AGUILAR, 14 de Noviembre de 1896




A propuesta  del Teniente de Alcalde Presidente de la Comisión Estadística del ayuntamiento de Valencia se aprobó el día 12 de octubre de 1896 que se cambiase el nombre de la calle del Cementerio del poblado de Ruzafa por el de calle del MAESTRO AGUILAR al dedicársela al que había sido maestro de la escuela de niños de este poblado Francisco Javier Aguilar Solaz, cuando todavía era un municipio independiente de Valencia.
 El concejal Sr. Ventura, manifestó que los vecinos de la calle estaban dispuestos a costear la lápida rotuladora y su colocación. Pidió que a la inauguración asistiera una comisión del ayuntamiento como asimismo al aniversario que los hijos del maestro celebrarían en sufragio de este.
                En esta calle se había construido en el año 1862 una casa destinada a Escuela de Instrucción Primaria de la que era director el maestro de Chelva don Francisco Javier Aguilar y Solas. El día 2 de junio de 1863, ocho meses después de la inauguración, a las 9 de la mañana y cuando estaba dando su clase el Sr. Aguilar se hundió la casa matándole a él y a 10 niños, quedando heridos otros 38.
El abnegado maestro había mandado salir a los párvulos a un corral cuando notó que se agrietaban las paredes y cuando conducía, uno en cada mano, a dos de los niños más pequeños fue en el momento en que se derrumbó el techo cayéndole encima una de las vigas matándolo a él y a uno de los niños, salvándose el otro. Se le dedicó esta calle como homenaje a tan altruista y abnegado personaje para modelo de generaciones futuras.
                El acto de descubrimiento de la lápida rotuladora tuvo lugar el sábado 14 de noviembre de 1896    a las 10 de la mañana. Comenzó con una misa de réquiem en la iglesia parroquial de San Valero costeada por los hijos del homenajeado en sufragio del alma del Sr. Aguilar.
                Asistieron los tenientes de alcalde Srs. Paredes, Lopez y Bau, acompañados de varios concejales, los maestros de las escuelas municipales con una comisión de alumnos de cada clase y gran número de vecinos de Ruzafa.
                Finalizada la misa se formó una comitiva que se dirigió a la antigua calle del Cementerio donde,  cubierta con una cortina de seda, estaba colocada la lápida de piedra costeada por los vecinos. Después de descubrir la lápida, el concejal Síndico D. Roberto Gómez Igual, pronunció unas elocuentes frases en elogio del inolvidable maestro y felicitó a Valencia por honrar de este modo la memoria de sus hijos.

                Entre los asistentes figuraban muchas personas que conocieron al maestro Aguilar y niños de aquella época que fueron sus discípulos y recordaban la catástrofe de que fue víctima aquel profesor.



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